Experiencia de voluntari@: Paula Santos

¡Hola! Yo soy Paula.

A mi me encanta contar historias… y esta empezó hace justo seis años.

No hay antropología sin inmersión en el campo… dicen, y dando pasos de ciego, buscando potenciar mi labor de antropóloga empedernida en el mundo me topé con la posibilidad de realizar un voluntariado con chicos con TEA.

Cogí mi bañador más deportivo en dirección a la piscina cubierta de Torreblanca y allí me topé con Darío, jamás me olvidaré de él. Fue quien me enseñó que con un poco de tiempo, dedicación, canciones y chapoteos compartidos puedes conseguir que busquen tu mano al terminar la jornada y que esto se convierta en tu mejor recompensa.

Fueron tardes y tardes de piscina en las que podía ver cómo los chicos disfrutaban con nosotros y nosotros aún más con ellos. Durante estas estancias descubres cómo avanzan, sus pequeños pasos de gigante los cuales de algún modo sientes que compartís. Tu forma de entender la vida se ve cuestionada porque compartes tiempo con alguien que la concibe de una manera muy distinta, y esto me fascinó y me enseñó muchas cosas.. que probablemente nadie neurotípico me podría explicar con palabras.

Sin duda esta experiencia como voluntaria marcó mi vida de manera muy significativa pero decidí probar otros colectivos durante unos años hasta que la vida me devolvió a la asociación.

Tras una temporada realizando mis prácticas curriculares asistí a un fin de semana de convivencia con chicos con Síndrome de Asperger, el BeReady. Es increíble la cantidad de emociones que puedes encontrar en tan solo dos días, aprendes, conoces, empatizas…

Tras este reencuentro con la asociación decidí aprovechar todos los recursos que la misma ofrece para aprender y sumergirme de manera más técnica en el mundo TEA. Realicé seminarios, un curso introductorio al TEA, un monográfico de mujeres con TEA etc. Todo esto ha culminado en un autodiagnóstico de interés restringido por el infradiagnóstico de mujeres con TEA, pero eso ya es otra historia…

Actualmente soy voluntaria en el Club Social de Aspiro, con los chicos que conocí ese fin de semana de convivencia en Osuna, ellos me han reenganchado al voluntariado y ahora salimos todos los viernes a dar una vuelta por Sevilla, visitamos exposiciones, la ciudad y compartimos tiempo de ocio en definitiva. Además de ser voluntaria en el Club Social, soy amiga de Sara. Con Sara comparto consejos, risas, secretos, juegos de adivinanzas.. Ella es una persona super especial y sin duda todo un descubrimiento en mi vida.

¡En fin! yo solo quería compartiros que sin lugar a dudas mi voluntariado en Autismo Sevilla no se resume en una experiencia de voluntariado en la que sientes que estás aportando tu granito de arena al mundo, en realidad yo me llevo tardes de ocio y senderismo con compañeros de voluntariado, seminarios de formación súper interesante, cursos de introducción para saber un poco más y mejorar mi labor como voluntaria… experiencias que no podría encontrar en cualquier otro lugar.

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